miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿SUFRES?

La tradición budista dice que sufrimos por el apego y el deseo. Solo liberándonos de estos seremos libres y dejaremos atrás el sufrimiento. En mi corta experiencia de auto observación puedo decir que estoy de acuerdo.Cada vez que me he aferrado a algo o alguien que consideraba como "seguro" y luego he perdido, he sufrido. El deseo y la pasión nos arrastra y siempre que no se satisfaga lo que anhelamos nos sentiremos frustrados y dolidos y a partir de ahí dejaremos que se desaten en nuestro interior todos los fantasmas que crean nuestra realidad. En profundas reflexiones me he preguntado como llevar a cabo este 'dejar de pensar', no engancharnos a bienes, ni personas, ni pensamientos...y mi última conclusión hasta el momento es que en la 3D, de materia densa, es arduo. Mientras exista dualidad existe caos y perfección a la vez, pues uno es y existe por contraposición al otro. Por otro lado la 3D es una realidad irreal. Lo que vemos no es la foto total: es como contemplar un amanecer desde una habitación donde vemos la claridad pero nos perdemos el resto de escenario.  Nuestra realidad no es compartida. Tenemos miles de filtros que la condicionan y el mundo tal como lo vemos es nuestro mundo particular, el que cada uno nos creamos. Entonces, ¿qué es sufrir?...El sufrimiento también es subjetivo. 
La observación de la mente es fundamental para el discernimiento, para llegar a ese 'darse cuenta" de quien observa. Si no paramos y reflexionamos en silencio sobre este hecho, podremos teorizar de múltiples formas acerca de nuestra vida y los acontecimientos que la envuelven pero no serán sino meras elucubraciones y falsas quimeras que nos ciegan para no dejarnos ver nuestra verdadera esencia.
Por eso, abrir la puerta a la posibilidad de "otra cosa", dejar que sea la sabiduría interior quien discierna y guíe dará como fruto la calma necesaria para poder VER lo real que subyace a lo que parecer ser real.
Así y sólo así entenderemos y aceptaremos el sufrimiento mediante los ojos de la compasión y el AMOR.

martes, 8 de noviembre de 2011

NO ESPERES


Si hoy fuera tu último día, ¿qué cambiarías en tu vida?...Parece una frase manida, pero realmente reflexiónala.
Tómate unos minutos...cierra los ojos y dite: "hoy voy a morir, solo tengo 24 horas para hacer, decir, sentir todo eso que mi corazón realmente anhela". Seguro que tras unos instantes pensándolo, la inercia de la emoción te lleva a abrir los ojos y quizás coger el teléfono y hacer esa llamada que habías postergado, o salir al parque, quitarte los zapatos y sentir la hierba, o abrazar a alguno de tus seres queridos y decirles de corazón lo mucho que te importan y les quieres.

En esta sociedad de prisas sin sentido, ya no solo es recomendable sino necesidad imperativa el pararse y recapacitar: ¿qué estás haciendo de tu vida?, ¿qué es lo que realmente te importa?, ¿a qué das sentido y valor?, ¿a qué aspiras?, ¿qué te mueve?, ¿qué te causa dolor?, y ¿placer?, ¿se sustenta tu casa sobre plataforma sólida o sobre cenizas?...Ya no hay tiempo para demoras, nimiedades, ni parafernalias desmedidas.

Nos movemos en un cambio grande, profundo, de grandes oportunidades y transformación profunda. Pero debemos de estar preparados, atentos, conscientes, serenos...Así y solo así podremos dar la bienvenida al cambio con amor y enorme regocijo.
Empecemos por despojar de nuestra mente toda la porquería que le sobra, hagamos limpia en el corazón de tanta emoción que nos machaca e incapacita: ira, resentimiento, mentira, egoísmo, miedo...y dejemos hueco para dar la bienvenida a la luz, al amor universal, a la unidad del universo...abre los brazos y déjate sentir, deja tu alma volar.
Da igual que lo entiendas o no...el cambio está ya aquí para ti, para mi, para todos...
Por todo esto, no esperes a vivir mañana, vive hoy, disfruta hoy, siente hoy, "date cuenta" de todo lo que tienes, de todo lo que sientes, de todo lo que eres hoy. Agradece, da gracias a la vida, al mundo, al universo por tantos dones gratuitos. Cuando te centras en lo que tienes y das gracias, en lugar de centrarte en lo que careces, el universo se convierte en tu aliado y de forma gentil y generosa reparte aún más y a gran escala.Es como una madre que amamanta a su hijo y sus pechos están a su su servicio para nutrirlo, enriquecerlo y darle vida.
Abraza el momento, posiblemente no mueras hoy. Tienes 24 horas en frente de ti. De ti depende el uso que quieras hacer de ese nuevo y mágico día que te brinda la vida. 
Yo brindo por el mío y lo recibo con gratitud, amor y una enorme sonrisa!.